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Sobre aviso no hay engaño

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jueves, octubre 16, 2008

Matrix Revealed

Bueno, no soy memero ni cadenero, posteo esto porque ya hace tiempo encontré este guión y se me perdió entre el océano ciberal y cada vez que lo reencuentro lo veo más distorsionado.

Desde luego, habrá muchos que se adjudiquen su autoría y eso en realidad no importa; lo interesante es el esfuerzo imaginativo del creador (que alguien lo creó) y desde luego, és tan válido como cualquier propuesta para una supuesta continuación de la saga.

En lo particular, no me parece descabellado ni mal logrado, despues de todo la historia de Matrix transcurre en una realidad donde todo es posible, donde la esclavitud virtual programada (y por tanto, hackeable) de los humanos puede ser soslayada tan solo con la consciencia de esa virtualidad. Por otro lado, los múltiples niveles de virtualidad son congruentes con nuestros atisbos de las dimensiones ocultas que a veces algunos iluminados de nuestra realidad perciben.

Primero, les recomiendo una crítica a la Saga Matrix muy acertada y lograda:
Matrix Reloaded

Matrix revealed
Los rumores aparecidos hace unos días han sido oficialmente confirmados: a pesar de las declaraciones de los hermanos Wachowski y de Joel Silver, habrá una nueva secuela de Matrix. Y la veremos mucho antes de lo que esperábamos. En una maniobra sin precedentes esta cuarta entrega fue rodada en el más absoluto secreto al mismo tiempo que Matrix Reloaded y Matrix Revolutions. Se encuentra actualmente en fase de postproducción, y su estreno está previsto para la primavera de 2004. El título de la película será Matrix Revealed, y parece ser que aclarará todos los interrogantes que quedaron pendientes en los filmes precedentes. Según un borrador del guión difundido a través de internet, la historia comienza un año después de la lucha contra los centinelas vistos en Matrix Revolutions. Durante las celebraciones del aniversario de aquella "victoria", Bratt, un joven de 14 años, muere repentinamente sin ninguna causa aparente. Su familia lo entierra en un rincón de Sión, e, inexplicablemente despierta horas después rodeado de miles de cadáveres en una fosa común situada en algún lugar desconocido. A pesar de haber nacido libre, ahora el cuerpo de Bratt está cubierto de puertos de conexión.

Matrix Revealed retoma todas las dudas sembradas en Matrix Reloaded (y obviadas en Matrix Revolutions) acerca de si el mundo real lo es realmente. La película nos muestra a través de los ojos del joven Bratt que, como se temía, el mundo de Sión es tan sólo otro nivel virtual de Matrix. No existen hombres "libres", apenas un puñado de personas que, al igual que Bratt, fueron desconectados por error cuando el sistema les dio por muertos. Esos pobres desgraciados viven en un mundo aún más terrible que el que Bratt conocía, sin haber oído hablar jamás de Neo, Trinity o Morfeo. Pero sí han descubierto los planes de las máquinas: éstas han comprendido por fin que la energía producida por los humanos no es rentable, que mantener vivos tantos cuerpos, cosecharlos y gestionar Matrix para controlarles, resulta demasiado costoso; por no hablar de lo inestables que son sus mentes. De modo que piensan sustituir esta fuente de energía por otra: la energía solar (recordemos que El Arquitecto dijo que estaban dispuestos a aceptar ciertos niveles de subsistencia). Por este motivo están instalando por todo el planeta enormes procesadores atmosféricos para limpiar los cielos y permitir que el sol vuelva a brillar. Para dar tiempo a esta limpieza y apaciguar mientras tanto a los humanos conectados, las máquinas introdujeron en el sistema diversos elementos virtuales para distraerles; elementos como el agente Smith, la supuesta lucha rebelde, Sión, la guerra contra los centinelas... Todo falso.
Bratt trata de hacer algo para frustrar los planes de las máquinas, pero comprende que no tiene posibilidades de triunfo en el mundo real. Convencido de que sólo podrá lograr algo desde el interior del sistema, consigue conectarse de nuevo a Matrix y regresa a Sión. Allí contacta con dos de sus héroes, Morfeo y Niobe, para explicarles lo que realmente sucede. Los tres buscan entonces a Neo, que tras Revolutions ha vuelto a ser conectado a Matrix hasta que vuelva a necesitársele (por eso El Elegido siempre ha tenido el mismo aspecto: siempre es Neo). Cuando por fin le localizan, logran liberarle (tras las lógicas escenas de acción), y le ponen al corriente del plan. Neo asesina a Morfeo, Niobe y Bratt, descubriéndose así otra de las sorpresas de la historia: Neo no es humano; es tan sólo otro programa creado por Matrix para ganar tiempo, diseñado para liderar a los humanos en la dirección más adecuada para las máquinas. Opio para el pueblo.
Las máquinas activan entonces los procesadores atmosféricos, y los cielos se despejan; los rayos del sol bañan las células solares y las baterías se cargan. En ese momento los humanos que están conectados por todo el planeta son desenchufados a la vez. En un instante desaparece una raza compuesta por millones de seres. Un irónico plano final nos muestra un hermoso cielo azul, como una burla del supuesto final feliz de Matrix Revolutions. Este sol (ahora real) es únicamente para las máquinas. ¿Sólo para las máquinas? En realidad no, ya que tras los títulos de crédito el filme aún tiene tiempo para otra sorpresa. Por si a alguien se le había ocurrido pensar que todo el tinglado de Matrix era demasiado retorcido para haber sido diseñado por una máquina, aquí está la respuesta: en realidad el mundo está regido por un puñado de hombres que lo controlan todo. En el plano final vemos que el hombre que ordena desconectar a los humanos, el hombre que asesina fríamente a millones de congéneres, es idéntico a Neo.
Bueno, como la mayoría ya habréis imaginado, todo esto es una broma. Esta secuela sólo existe en mi imaginación (y ahí seguirá a no ser que la Warner me forre de pasta), pero no me he podido resistir a incluirla aquí (y tal vez deberíamos propagarla por internet a modo de bulo para ver hasta dónde llega). Tal y como anunció el Oráculo todo ha terminado. Por fin se ha estrenado Matrix Revolutions, y con ella hemos podido asistir al desenlace de una de las sagas cinematográficas más espectaculares de los últimos tiempos. ¿Satisfactorio? ¿Decepcionante? Ha llegado el momento de hacer balance. Independientemente de la opinión que os merezca mi idea para esa cuarta entrega, estoy seguro de que muchos lo habéis leído con interés. ¿Por qué? Por que da respuestas. Y es que aún existen muchos interrogantes que, a pesar de haber sido estrenada la tercera (y supuestamente última) parte de Matrix, aún siguen sin aclarar. Y el espectador necesita respuestas. La publicidad reza que todo principio tiene un final, y Matrix Revolutions nos muestra, efectivamente, "un final"; sólo que no se trata del final que el público esperaba, ya que este desenlace no responde a las preguntas planteadas. Y eso resulta inaceptable.
En mi comentario de Matrix Reloaded defendí la valentía del nuevo rumbo emprendido por la saga. Decía que lo fácil hubiera sido continuar por el camino más evidente, y mostrar la guerra entre humanos y máquinas (en Matrix y en el mundo real) hasta terminar con el conflicto. En lugar de todo eso la secuela se adentró por caminos más complejos e inciertos, planteando serias dudas acerca de dónde terminaba lo virtual. Dudas que hicieron que todos nos cuestionásemos lo que ya se daba por seguro. Ahora, cuando todos acudimos a ver Matrix Revolutions menos interesados por la guerra que por averiguar qué había tras las palabras del Arquitecto, la historia da otro volantazo. Todo vuelve a girar alrededor de la lucha que los humanos mantienen con las máquinas, y las cuestiones que generaron miles de debates entre los aficionados son obviadas, o, peor aún, "resueltas" de forma vergonzosa.
Los elementos clave de la polémica sobre Matrix Reloaded fueron la charlita del Arquitecto y los poderes de Neo en el mundo real; pues bien, la explicación a lo primero es algo así como "no hagas caso del abuelo, que está un poco chocho", y respecto a la segunda cuestión, todo se resuelve con "los poderes del elegido se extienden más allá de Matrix", aunque no sabemos cómo ni por qué. ¿Para esto tanta filosofía barata y diálogos enigmáticos? Yo aposté por esto en Matrix Reloaded, convencido de que debajo de todo aquello habría respuestas y contenido que lo sustentasen. Ahora, viendo esta decepcionante tercera entrega, sólo puedo concluir que, o los Wachowski nunca tuvieron material para continuar la línea establecida por aquella secuela, o bien las negativas críticas cosechadas por aquel "atrevimiento" les han hecho modificar la resolución para hacerla más asequible (empeño en el que, por otra parte, tampoco habrían obtenido demasiado éxito).
Aunque olvidemos todo lo referente a la posible realidad o no de Sión, y nos quedemos únicamente con la parte de la trama que se refiere a la guerra, tampoco el final resulta nada satisfactorio. Desde un principio se suponía que el conflicto que sustentaba la saga era el planteado entre los humanos y las máquinas que los esclavizan. Pues bien, dicho conflicto no se resuelve en ningún momento. En Matrix Revolutions, como por arte de magia, el enemigo es Smith. Neo acaba colaborando con ese gobierno mecánico que (pensábamos) era el oponente principal, para eliminar a ese programa rebelde que amenaza lo humano y lo mecánico. Pero el agente Smith era sólo un rival secundario, y el auténtico conflicto se ve así pervertido: es cierto que Smith supone una amenaza, pero el auténtico problema son las máquinas que le han creado. Al fin y al cabo Smith dejaría de ser un peligro si desapareciese Matrix.
En cuanto a su estructura, la película muestra graves defectos, al igual que su predecesora. Avanza a trompicones, y el ritmo varía entre frenético y agónico; Niobe y Morfeo asumen el protagonismo de la acción mientras Neo "se pierde" de forma absurda; y de nuevo tenemos escenas, como toda la secuencia del rescate de Neo de las garras del Ferroviario, que, conociendo el desenlace de la saga, se revelan ahora como totalmente superfluas. Claro que, si eliminásemos todo lo que ahora vemos superfluo de los dos títulos, desde luego no estaríamos hablando de dos películas, sino de una sola. Y claro, eso no interesa desde el punto de vista comercial.
Cómo no, afortunadamente, también tenemos momentos brillantes. Podemos disfrutar de la excelente parte central de la película, formada por las escenas de la batalla en el muelle de Sión y de la carrera de la Hammer, pilotada por Niobe, para llegar hasta la ciudad; secuencias que desde mi punto de vista son realmente espectaculares y soberbias. Por el contrario, el tan anunciado enfrentamiento final entre Neo y el agente Smith no resulta tan efectivo; es cierto que se trata de otra maravilla desde el punto de vista técnico, pero, a esas alturas, ya resulta repetitivo y el espectador lo contempla con cierta indiferencia.
Matrix Revolutions resulta una película muy desequilibrada, como sucedía con la anterior entrega, sólo que aquella ocasión nos quedaba la esperanza de que este capítulo final pusiera las cosas en orden. Por desgracia no ha sido así.
Recapitulando
No hay duda de que esta saga ha sido uno de los productos cinematográficos más influyentes de las últimas décadas. Sus hallazgos visuales y un extraordinario diseño de producción han creado escuela, y las referencias en obras posteriores son numerosas.
El primer Matrix fue una obra que desarrollaba una idea más o menos original de forma inteligente y espectacular. La precisión del guión y su asombrosa factura técnica compensaron otros defectos, convirtiendo a la película en una experiencia emocionante, un inmenso éxito de taquilla, y en la gran esperanza del género. Su final, aunque abierto, no precisaba una continuación, por mucho que desde el principio se asegurase que los Wachowski se plantearon Matrix como una trilogía. Pero la continuación llegó. Y viendo Matrix Reloaded me creí que realmente tenían historia que contar, que tenían material para una trilogía. Ahora, habiendo visto las tres, conociendo el principio y el final, me pregunto a qué venía la mayor parte de aquella segunda parte.
Hace unos años se comentó que circulaba por internet una versión de La amenaza fantasma montada por un aficionado. Al parecer el tipo, entre otras modificaciones, había eliminado parte del metraje, y el resultado era superior al del original. Pues bien, propongo como ejercicio práctico (a quien tenga presencia de ánimo) que haga algo parecido: si se elimina todo el metraje que sobra de Matrix Reloaded y Matrix Revolutions (todas las escenas de Merovingio y señora, gran parte de los diálogos del Oráculo, lo referente al Ferroviario, la homilía del Arquitecto, etc.) se puede montar una película excelente (eso sí, sólo una).
Después de ver cómo Matrix Revolutions ignora olímpicamente muchas líneas argumentales apuntadas en Matrix Reloaded, uno no puede por menos que sentirse un poco engañado. Hace años, cuando Star Wars aún era una trilogía, y la peor de la saga era, para casi todos, El Retorno del Jedi (en la actualidad, como sabemos, ya no es la peor), leí que algunos fanáticos de la saga estaban tan descontentos con aquel Episodio VI que directamente la repudiaban, como si no existiese. Para ellos Han Solo continuaba congelado en carbonita. ¿Pasará algo parecido con Matrix? Puede que para algunos esta tercera parte también sea "falsa", y sigan esperando que se aclare si el mundo real lo es realmente, o si se trata de otro Matrix que las máquinas han creado para distraernos; o si Smith es tan sólo un señuelo, un falso rival creado para ofrecer a los humanos un enemigo con el que distraerlos del auténtico problema: que la mayoría están enchufados a un sistema de realidad virtual.
Patinazos argumentales aparte, toda la saga se hubiera visto favorecida por unos personajes más cercanos, más reales. Si Neo, Trinity o Morfeo hubieran transmitido más emociones hubiera beneficiado a la trilogía, facilitando la empatía con el espectador. Las tres películas son bastante frías en este aspecto, y como ejemplo sirve la pareja protagonista, que no acaban de demostrar ese gran amor que supuestamente sienten (lo que conlleva que la escena de la muerte de Trinity no sea demasiado conmovedora, sino más bien todo lo contrario). ¿Es esto un efecto deliberadamente perseguido, o es resultado de una deficiente dirección de actores?
Siempre tiendo a analizar las películas dando prioridad al guión, más interesado en lo que cuentan y en cómo lo cuentan que en cualquier otro aspecto. Desde esa óptica, y a pesar de todas sus virtudes, Matrix, como trilogía, me parece decepcionante. El estupendo sabor de boca dejado por la primera película ha sido reemplazado por la desilusión, y los aficionados hemos visto de nuevo cómo los intereses comerciales se han impuesto, no ya a los artísticos (no aspiramos a tanto), sino incluso a la lógica narrativa. La saga ha traicionado la coherencia dramática, y para maximizar su efecto en taquilla se ha alargado hasta los tres títulos, cuando resulta evidente que no había mimbres suficientes. Ahora todo el tinglado aparece como vacuo, sobre todo si tenemos en cuenta las ínfulas metafísicas que sustentaban Matrix Reloaded. En gran medida, la trilogía se ha convertido en una experiencia vacía. Claro que, es justo reconocer, como dijo el genial Woody Allen refiriéndose al sexo sin amor, "como experiencia vacía es de las mejores": hay que conceder que estas tres películas han sentado cátedra en lo relativo a los aspectos más técnicos de la industria del cine, y que visualmente han marcado un punto de inflexión en la historia del séptimo arte.
Ignoro si habrá continuación de Matrix. ¿Podrán resistirse los productores a seguir exprimiendo esta jugosa franquicia? Por un lado se dice que no habrá continuaciones, y por otro se habla de un spin-off con Niobe como protagonista, de alguna precuela... El tiempo lo dirá. Pero, quien más quien menos, todos nos tememos que esto no acabará así. Y no sólo por motivos comerciales, sino porque los espectadores sentimos que no está todo dicho, que aún queda mucho por explicar. Además, si no pretenden realizar más secuelas ¿por qué dejar un final tan abierto? ¿Qué han conseguido realmente los humanos? ¿Seguir conectados y confiar en que las máquinas dejen libres a quienes lo deseen? No parece una situación demasiado estable.
Lo cierto es que, por indignante que resulte, después de haber pagado por ver tres películas aún seguimos con la impresión de no conocer toda la historia. Yo, al menos, sigo sin entender muchas cosas. Ojalá se edite un manual en el que los Wachowski den todas las respuestas, si es que ellos las conocen, claro.
(por @2003 Iñaki Bahón para cYbErDaRk.NeT aquí: Matrix Revolutions.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Luís, por recordar mi comentario.

Un fuerte abrazo.

Iñaki Bahón

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Luís, por recordar mi comentario.

Un fuerte abrazo.

Iñaki Bahón